miércoles, 26 de agosto de 2015

El lamento del caficultor


Dijo un día un productor



  Hay mi señor 
que estaré pagando yo
 trabajo de sol a sol 
para conseguir el sustento,
 llevando un lamento 
siempre en en mi corazón.





  Yo realizo una labor 
con gran esfuerzo, 
con cariño y amor 
pero a final de cosecha 
no me estreno ni un pantalón.




  Los que progresan son otros 
que año a año 
negocean la producción, 
pero de su gran ganancia 


ni un medio al productor.

  Que hay que comprar el abono, 
que el muchacho  enfermó 
que hay que pagar las manos vueltas 
que el compadre me ganó. 
Y que estoy gestionando un crédito 
que tampoco me salió.



  El prestamista don fulano, 
un dinero me prestó 
fueron más los intereses 
que lo poco que me dio, 
que este año ha llovido mucho 
y la cosecha se cayó.

  Uno vive de ilusión: 


Este año si siempre dice el productor.

 El año que me fue bien, 
                                           yo diría que algo mejor 
me compre un  carrito viejo 
para mejorar mi situación 
para  cargar mis maleticas 
y vivir un poco mejor.


 Un día que llegue al pueblo 
me paro un guardia gritón 
y me dijo que le diera licencia, 
certificado,  revisión 
como no tenía dinero 
me trato sin compasión, 
me mando mi carrito preso 
y empeoró mi situación 
y si algún día lo recupero 
yo vendo ese perol.

 Es por eso mi lamento, 
por lo que pida mi señor 
que tu amor y tu poder 
alivie mi situación 
que consiga precio justo 
que valoren mi labor y 
que el gobierno de turno
 nos preste su atención

 Autor: Rafael González 
(Cultor popular de Guarico, estado Lara)